sábado, 19 de octubre de 2013

Unidad 8 - Automensajes positivos

Seguramente, mientras estáis realizando alguna tarea escolar como un examen, un ejercicio de matemáticas, una redacción de lengua… os surgen pensamientos como “¡Soy una máquina, me está saliendo perfecto!” o “¡Esto no me sale, voy a suspender!” Estos pensamientos se denominan automensajes.
Los automensajes pueden ser positivos o negativos y, por tanto, pueden facilitar o dificultar la realización de las tareas.
Esta unidad se propone que conozcáis los mensajes que os dais a vosotros/as mismos/as mientras estáis realizando las tareas escolares y los efectos que tienen en vuestra conducta para que podáis modificar aquellos que no sean adecuados.

Unidad 7 - Atribuciones causales

Todas las personas tendemos a preguntarnos por las causas de nuestros resultados, especialmente si éstos son inesperados (aprobar un examen cuando no lo esperábamos), negativos (suspender un control, lo esperáramos o no) o muy importantes para nosotros (pasar de curso y seguir con nuestros amigos y amigas). Las explicaciones que nos damos se denominan atribuciones causales.
Las atribuciones causales que hacemos sobre nuestros resultados condicionan nuestras reacciones emocionales y nuestras expectativas y, consecuentemente, también influyen en nuestro interés y esfuerzo para alcanzar nuestras metas. De esta manera, cuando pensamos que hemos aprobado un examen gracias a nuestro trabajo, nos sentimos orgullosos de nosotros mismos y creemos que si seguimos esforzándonos también aprobaremos el próximo examen. Este tipo de atribución causal nos anima a continuar trabajando. Por el contrario, cuando pensamos que hemos aprobado un examen gracias a la suerte, no nos sentimos especialmente orgullosos de nosotros mismos y no creemos que nuestro esfuerzo nos asegure el éxito la próxima vez. Este tipo de atribución no nos anima a trabajar sino que nos hace pensar que no tenemos ningún tipo de control sobre nuestros resultados.
Esta unidad se propone que conozcáis vuestras atribuciones causales e identifiquéis aquellas causas que dependen de vosotros/as mismos/a para poder controlarlas e introducir las modificaciones oportunas.

Unidad 6 - Pautas para hacer exámenes y ejercicios

Posiblemente, en algún examen o ejercicio de clase habéis cometido errores como contestar otra cosa diferente a la que se os pedía, contestar de forma incompleta a lo que se os preguntaba, redactar la respuesta de forma poco clara o mal expresada… Todo esto hace que demostréis menos de lo que en realidad sabéis, perjudicando a vuestro rendimiento.
Para evitar este tipo de fallos, resulta útil seguir una serie de pautas para hacer exámenes y ejercicios.
Esta unidad se propone que analicéis las estrategias utilizáis a la hora de realizar las tareas escolares a fin de identificar cuáles son adecuadas y cuáles no, y de sustituir éstas últimas por otras más eficaces.

Unidad 5 - Técnicas de estudio

No es extraño oír a un estudiante que ha suspendido un examen pronunciar frases como “Yo estudio, pero al día siguiente no me acuerdo de nada” o “Me he esforzado mucho y aún así he suspendido el examen”. Otras veces cuándo se pregunta a los/as alumnos/as qué entienden por estudiar, muchos/as contestan que leer el tema un par de veces la tarde anterior al examen.
La mayoría de las veces, los fracasos académicos no se deben a falta de capacidad, sino a la falta de estrategias eficientes para estudiar, es decir, de técnicas de estudio.
Esta unidad se propone que reflexionéis sobre las estrategias de estudio que utilizáis para identificar si son adecuadas, y que adquiráis y pongáis en práctica otras técnicas que pueden facilitaros el estudio y mejorar vuestro rendimiento.

Unidad 4 - Expectativas

Antes de comenzar cualquier tipo de tarea, las personas ya anticipamos los resultados que vamos a conseguir, es decir, si vamos a tener éxito o si vamos a fracasar. Estas creencias o esperanzas sobre nuestros resultados se denominan expectativas.
Las expectativas se forman a partir de diferentes aspectos como la percepción de nosotros/as mismos/as, los resultados que vamos consiguiendo (éxitos o fracasos), las expectativas que tienen los demás sobre nosotros/as mismos/as (padres, profesores, compañeros…), etc.
Conviene que conozcamos nuestras expectativas ya que éstas tienden a cumplirse, especialmente cuando son negativas. Esto se debe a la influencia que ejercen en la forma en que afrontamos las actividades escolares, en el estado de ánimo que tenemos mientras las realizamos, en el esfuerzo y la dedicación que dedicamos y, por tanto, en los resultados que obtenemos. Así, las expectativas positivas favorecen buenos resultados y las expectativas negativas favorecen malos resultados. De todas formas, podemos cambiar nuestras expectativas si tomamos conciencia de que nuestros resultados dependen de lo que hagamos para superar nuestras dificultades.
Esta unidad se propone que conozcáis vuestras expectativas sobre vuestros resultados académicos y reflexionéis sobre ellas.

Unidad 3 - Metas


Todas nuestras acciones se dirigen a conseguir algo que nos hemos propuesto. Ese algo son las metas. Las metas pueden ser de distintos tipos.
  • Metas personales (jugar bien a fútbol, ser buen compañero y tener muchos amigos…).
  • Metas profesionales (ser un buen mecánico, informático…).
  • Metas académicas (aprobar todas las asignaturas, sacar un excelente en matemáticas…).
Esta unidad se propone que conozcáis y analicéis vuestras metas académicas.

Unidad 2 - Autoconcepto


El concepto de uno mismo o autoconcepto es la imagen que tiene el individuo sobre su manera de ser y de comportarse. Normalmente la imagen que tenemos de nosotros mismos lleva asociado un juicio de valor que puede ser positivo o negativo.
El concepto que la mayoría de las personas tienen de sí mismas responde, muchas veces, a la etiqueta que un día les pusieron y las influye hasta tal punto que condiciona su conducta.
Si pensáis un poco en vosotros/as mismos/as, en vuestra vida, en vuestras experiencias… comprobaréis que vuestro autoconcepto se ha formado, entre otras cosas, en base a dos aspectos.
  • Juicios hechos por los demás. Estos pueden ser positivos (ánimos, alabanzas…) o pueden ser negativos (críticas, broncas…).
  • Comparaciones con los demás que pueden ser positivas o negativas.

Autoconcepto como estudiante.

A menudo, hay personas que rechazan el estudio simplemente por el hecho de que un día les etiquetaron, sin razón, de “malos estudiantes”. Por el contrario, otras estudian toda su vida porque les pusieron la etiqueta de “estudiosas”. De todas formas, también hay personas que estudian por decisión y convicción propia.
El autoconcepto es una estructura aprendida que, a la vez, nos condiciona en nuestros aprendizajes.

Escala – Autoconcepto.

Todos empezamos igual a la hora de estudiar (a-b).
Al individuo “a”, le animan continuamente (eres fabuloso, inteligente…) y va subiendo progresivamente en su escala de éxitos.
El individuo “b”, por el contrario, es recriminado continuamente (mira que eres tonto, no sirves para nada…) y va bajando rápidamente por la escala. Cada escalón es un fracaso y el individuo “b” puede llegar a pensar que no vale la pena esforzarse porque igualmente fracasará. El individuo “b” ve que la distancia respecto al individuo “a” es cada día mayor y se siente incapaz de reducirla.
Con un autoconcepto ajustado y asumido, conseguimos dos cosas.
  • Parar este descenso.
  • Poner en marcha una serie de recursos para cambiar esta situación.
Esta unidad se propone que os deis cuenta de cómo os percibís a vosotros/as mismo/as  académicamente y que identifiquéis vuestros puntos fuertes y vuestros puntos débiles como estudiantes

Unidad 1 - Presentación del programa

Posiblemente, alguna vez te han dicho frases como “Te felicito por el esfuerzo que has demostrado”, “Tienes mucho interés por esta asignatura”. Y, tal vez, tú mismo/a has comentado “En clase estamos trabajando un tema muy interesante”, “Esta asignatura mola”… O por el contrario, alguna vez te han dicho frases como “Si no aprendes es porque no quieres”, “Si estuvieras tan pendiente de los estudios como lo estás del fútbol, facebook…, lo entenderías todo enseguida”, etc. Y, tal vez, tú mismo/a has comentado “Me da tanto palo hacer este ejercicio…”, “Esta asignatura no mola”…
Como puedes ver, se trata de dos situaciones totalmente opuestas que tienen su explicación en la motivación por aprender o la falta de ésta. Por motivación se entiende el esfuerzo que una persona está dispuesta a hacer para conseguir algo. La motivación depende tanto de las características personales del individuo (imagen que tiene de sí mismo/a, objetivos…) como de características del contexto (actitud de su familia, amigos/as, profesorado…). Aunque las características de vuestro contexto influyen en vuestra motivación para aprender, en este programa nos centraremos en lo que podéis hacer para estar más motivados/as, para que os cueste menos poneros a estudiar y para que rindáis más. Así, los contenidos que se trabajarán son los siguientes.
  • La percepción que tenéis de vosotros/as mismos/as (autoconcepto).
  • Los objetivos que os proponéis conseguir cuando estudiáis (metas).
  • Los resultados que esperáis conseguir (expectativas).
  • Algunas formas eficaces de estudiar (técnicas de estudio).
  • Algunas pautas adecuadas para realizar exámenes y ejercicios.
  • Las explicaciones que dais a los resultados obtenidos (atribuciones).
  • Los pensamientos que os pueden ayudar en la realización de las tareas escolares (automensajes positivos).
Esta unidad se propone que conozcáis los contenidos que trabajaréis a través de este programa y que reflexionéis sobre la motivación académica.

Orientaciones para el profesorado dirigidas a aumentar la motivación del alumnado hacia los aprendizajes

En muchas ocasiones comentamos la importancia de la motivación hacia los aprendizajes en la conducta y la actitud del alumnado en clase y en su rendimiento.  A continuación, os propongo algunas pautas que pueden ser útiles para aumentar la motivación del alumnado.
Pautas que se pueden llevar a cabo al inicio de las actividades de aprendizaje.
  • Comenzar los temas planteando información sorprendente, incógnitas a resolver, datos novedosos y/o preocupantes, polémica….
  • Utilizar historias o narraciones para ilustrar las explicaciones (por ejemplo para explicar el origen del número π, el descubrimiento de la ley de la gravedad…).
  • Sugerir metas parciales (por ejemplo para sumar y restar fracciones con diferente denominador, se pueden plantear metas parciales como saber descomponer números en un producto de factores primos, saber calcular el mínimo común múltiplo de dos números…).
  • Relacionar los contenidos a trabajar con la vida cotidiana, llevando al aula información sobre el mundo laboral y académico que esté relacionada con lo que se va a trabajar (noticias, encuestas, reportajes…).
Desarrollo de las actividades de aprendizaje.
  • Sugerir al alumnado el establecimiento de metas propias (por ejemplo proponiéndoles que escriba los objetivos que quiere conseguir...).
  • Fomentar que el alumnado reflexione sobre qué enseñan los errores (por ejemplo a través de preguntas como “¿Qué acción no ha sido la adecuada?, ¿cómo puedes mejorarla la próxima vez?...).
  • Concienciar al alumnado del problema que supone no saber algo (por ejemplo no saber calcular el cambio como comprador y como vendedor…).
  • Ofrecer recompensas cuando se requiere cierta destreza para disfrutar de la tarea (por ejemplo en contenidos que requieran mucha práctica para conseguir su dominio como la elaboración de trabajos manuales de tecnología, la elaboración de láminas de dibujo técnico en educación visual y plástica…).
  • Ayudar al alumnado a reconocer y superar la ansiedad y la frustración (por ejemplo haciendo ver la capacidad para realizar los ejercicios, recordar situaciones de éxito, ir por partes, comenzar por lo más fácil…).
  • Proponer trabajos en pequeño grupo, dando pautas para trabajar en equipo, dejando tiempo suficiente para poder trabajar con los compañeros del grupo…).
  • Realizar actividades o trabajos fáciles para el alumnado poco motivado, de manera que pueda valorar sus éxitos y su relativa dedicación.
  • Programar actividades de clase de forma que los estudiantes puedan tomar decisiones (por ejemplo plantear una serie de cuestiones de las cuales el alumnado puede escoger tres…).
Al final de las actividades.
  • Valorar los avances conseguidos por el alumnado en función de su punto de partida y hacerle tomar consciencia de sus progresos.
  • Reconocer al alumnado el esfuerzo dedicado y animar a continuar trabajando.
  • Fomentar que el alumnado compruebe si ha conseguido los objetivos que se había planteado y en función de ello marcarse nuevas metas a alcanzar, especificando las acciones que debe mantener y aquéllas que conviene modificar.
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Orientaciones para las familias dirigidas a aumentar la motivación académica de sus hijos/as

La motivación tiene un papel muy importante en el rendimiento y el aprendizaje de vuestros/as hijos/as. Por este motivo os presento una serie de pautas que os pueden resultar útiles para favorecer la motivación de vuestros hijos hacia las tareas escolares.
  • Mostrar interés por lo que vuestro/a hijo/a está trabajando en clase, preguntándole sobre lo que ha hecho, cómo le ha ido…
  • Crear situaciones para que vuestro/a hijo/a pueda aplicar los conocimientos trabajados en clase (calcular el precio de una prenda de vestir aplicando el tanto por ciento que se rebaja, escribir una nota en inglés…).
  • Fomentar el interés y el sentimiento de necesidad hacia un contenido de aprendizaje, demostrándole su utilidad para la vida diaria.
  • Mostrar a vuestro/a hijo/a expectativas positivas sobre su capacidad de aprendizaje.
  • Evitar dar demasiada importancia a las notas conseguidas.
  • Evitar la competitividad con los compañeros/as de clase.
  • Favorecer que vuestro/a hijo/a disponga de unas buenas condiciones para el estudio (espacio suficiente, buena iluminación, ausencia de elementos distractores…).
  • Planificar con vuestro/a hijo/a un horario de trabajo.
  • Mostrar interés hacia los progresos conseguidos por vuestro/a hijo/a.
  • Ayudar a vuestro/a hijo/a a superar sus dificultades en lugar de castigarle o amenazarle en caso de obtener bajos resultados.
  • Facilitar a vuestro/a hijo/a los medios o recursos necesarios para que pueda ampliar sus conocimientos sobre un tema de su interés, comprándole libros o revistas relacionadas, organizando alguna visita cultural a algún museo…