En muchas ocasiones comentamos la importancia de la motivación hacia los aprendizajes en la conducta y la actitud del alumnado en clase y en su rendimiento. A continuación, os propongo algunas pautas que pueden ser útiles para aumentar la motivación del alumnado.
Pautas que se pueden llevar a cabo al inicio de las actividades de aprendizaje.
- Comenzar los temas planteando información sorprendente, incógnitas a resolver, datos novedosos y/o preocupantes, polémica….
- Utilizar historias o narraciones para ilustrar las explicaciones (por ejemplo para explicar el origen del número π, el descubrimiento de la ley de la gravedad…).
- Sugerir metas parciales (por ejemplo para sumar y restar fracciones con diferente denominador, se pueden plantear metas parciales como saber descomponer números en un producto de factores primos, saber calcular el mínimo común múltiplo de dos números…).
- Relacionar los contenidos a trabajar con la vida cotidiana, llevando al aula información sobre el mundo laboral y académico que esté relacionada con lo que se va a trabajar (noticias, encuestas, reportajes…).
Desarrollo de las actividades de aprendizaje.
- Sugerir al alumnado el establecimiento de metas propias (por ejemplo proponiéndoles que escriba los objetivos que quiere conseguir...).
- Fomentar que el alumnado reflexione sobre qué enseñan los errores (por ejemplo a través de preguntas como “¿Qué acción no ha sido la adecuada?, ¿cómo puedes mejorarla la próxima vez?...).
- Concienciar al alumnado del problema que supone no saber algo (por ejemplo no saber calcular el cambio como comprador y como vendedor…).
- Ofrecer recompensas cuando se requiere cierta destreza para disfrutar de la tarea (por ejemplo en contenidos que requieran mucha práctica para conseguir su dominio como la elaboración de trabajos manuales de tecnología, la elaboración de láminas de dibujo técnico en educación visual y plástica…).
- Ayudar al alumnado a reconocer y superar la ansiedad y la frustración (por ejemplo haciendo ver la capacidad para realizar los ejercicios, recordar situaciones de éxito, ir por partes, comenzar por lo más fácil…).
- Proponer trabajos en pequeño grupo, dando pautas para trabajar en equipo, dejando tiempo suficiente para poder trabajar con los compañeros del grupo…).
- Realizar actividades o trabajos fáciles para el alumnado poco motivado, de manera que pueda valorar sus éxitos y su relativa dedicación.
- Programar actividades de clase de forma que los estudiantes puedan tomar decisiones (por ejemplo plantear una serie de cuestiones de las cuales el alumnado puede escoger tres…).
Al final de las actividades.
- Valorar los avances conseguidos por el alumnado en función de su punto de partida y hacerle tomar consciencia de sus progresos.
- Reconocer al alumnado el esfuerzo dedicado y animar a continuar trabajando.
- Fomentar que el alumnado compruebe si ha conseguido los objetivos que se había planteado y en función de ello marcarse nuevas metas a alcanzar, especificando las acciones que debe mantener y aquéllas que conviene modificar.
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