No es extraño oír a un estudiante que ha suspendido un examen pronunciar frases como “Yo estudio, pero al día siguiente no me acuerdo de nada” o “Me he esforzado mucho y aún así he suspendido el examen”. Otras veces cuándo se pregunta a los/as alumnos/as qué entienden por estudiar, muchos/as contestan que leer el tema un par de veces la tarde anterior al examen.
La mayoría de las veces, los fracasos académicos no se deben a falta de capacidad, sino a la falta de estrategias eficientes para estudiar, es decir, de técnicas de estudio.
Esta unidad se propone que reflexionéis sobre las estrategias de estudio que utilizáis para identificar si son adecuadas, y que adquiráis y pongáis en práctica otras técnicas que pueden facilitaros el estudio y mejorar vuestro rendimiento.
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